Desde mi refugio

Para proteger mi espacio, para proteger mi paz he destinado a una dragona. Es grande, tierna y fiera a la vez. De vez en cuando me es "prestado" un tigre para que la ayude en momentos de tormenta. Coexisten bien. Mi paz no es atormentada ni revuelta. Se conserva intacta.

Mi paz es solo eso, paz. Y me pregunto, ¿de la paz nace el amor? Digo, si quieres vivir en amor, con amor, del amor, ¿una paz intacta ayuda a que ese amor crezca fuerte e intacto? ¿Será que de un refugio parecido nació el dicho "Amor y Paz"? Desde mi refugio me deseo lo mismo.

2 comentarios:

  1. Y si amamos todo el tiempo, pero necesitamos paz para reconocerlo?

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  2. Si no lo reconocemos, es que no amamos. Para amar, necesitamos reconocer que estamos amando. Si no lo reconocemos, no lo podemos hacer.

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